lunes, 24 de mayo de 2010

La salud de nuestros niños

Noa tenía 54 días de vida y su pediatra de entonces aseguraba que era normal que aún no se le hubiera caído el cordón. En un acto de desesperación y de impotencia ante los reiterados "ahora los padres creen saber más que los médicos" esa misma tarde y en medio de una nevada de antología Salva y yo la llevamos al Hospital de Villa. El pediatra de urgencias no daba crédito a lo ocurrido. Con un simple gesto le retiró el cordón y me regaló la pinza como recordatorio de lo sucedido.
Guardo esa pinza con un celo especial. Es un recordatorio, claro, pero no de aquel episodio... es un recordatorio de lo que jamás volveré a hacer: callar ante lo que no me parece normal por mucho médico que sea y por mucho titulo colgado que tenga.
Desde el mes de octubre del pasado año, Noa ha sufrido 9 episodios de anginas con placas de pus y fiebre de hasta 41º. Cada vez le dan mas seguido y cada vez los episodios se prolongan más. La última fue hace 15 días y lo recuerdo muy bien porque ese día era la excursión al MUJA que llevaba un mes esperando para hacer con sus compis y no pudo ir porque tenía fiebre. Su pediatra le recetó un antibiótico que un otorrino por lo privado le quito a las 48 hs, eso si, luego de darle un chute de penicilina 6.3.3.
Hoy tocaba cita en el Hospital porque la pediatra ya consideró que 9 episodios no eran normales, y por más que como dice mi amigo Hoiak "entran a la escuela y las pestes entran en casa", ya nos parece que dar antibióticos a diestra y siniestra a una cría que aún no llega a 3 años y medio es una burrada (con perdón del exabrupto, que los burros y las burras no tienen la culpa).
El otorrino casi no la miró, de hecho Noa le preguntó "oye y no vas a mirarme la nariz???"... hizo que miraba los papeles que llevé de Noa y me dijo algo así como... y bueno, ahora no se operan las anginas y tiene que tener más paciencia y seguir aguantando...
Ante la impotencia y la ninguna gracia que me hizo su comentario, me puse mas pesada que de costumbre (cuando de Noa se trata he llegado a limites insospechados de la pesadez, os lo aseguro) y logré que dijera... "bueno, si se queda mas tranquila, la próxima la trae por urgencias..."Por supuesto que no me quede tranquila. Cerré los ojos y visualicé "el recordatorio", recordé el llanto de Noa el día de su no excursión y me se estrujó el corazón cuando se me venía a la mente sus ¿por qué Mamá estoy enferma otra vez?.
Al volver a casa llena de frustración y de ira ante la pasividad de un profesional, llamé por teléfono al otorrino que le metió el chute de penicilina (que también trabaja en el Hospital) y luego de explicarle la situación de desamparo médico en la que nos encontramos me dió alguna alternativa que será viable solo en el caso de que a Noa le persistan los cuadros de anginas crónicas siempre y cuando la evalúen los profesionales del hospital y para eso me explicó los pasos a seguir.
Yo les aconsejo tener "un recordatorio". El nuestro es esa famosa pinza que solo cayó con algo de ayuda. Ustedes pueden tener el que quieran, pero lo importante es que siempre siempre SIEMPRE RECUERDEN que la salud de nuestros niños bien vale la pena hacer todo lo que su instinto de padres les diga. Nunca se es lo suficientemente pesado cuando lo que se pone en juego es su salud. NUNCA!

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