domingo, 3 de octubre de 2010

El día en el que yo también morí un poco

En un día como hoy hace 23 años un trozo de mi vida marchó con él y a partir de entonces, en mayor o menor medida, a todos se nos ha hecho cuesta arriba seguir en el camino sin sus miradas, sin sus besos, sin sus caricias, sin su sonrisa que nos iluminaba aún siquiera en la más profunda de las tinieblas.


Ese 3 de octubre de 1987 todos nos morimos un poco, pero mi Mamá, a pesar de su imnenso dolor que aún hoy perdura, día a día no ha hecho otra cosa más desde entonces que mantener vivo su recuerdo para que jamás olvidemos que hemos sido inmensamente afortunados por haber tenido el padre que tuvimos.




2 comentarios:

Anukina dijo...

nadie muere mientras viva en el recuerdu de la gente que lu quiso y lu quier. Un besu y ánimo.

sonia dijo...

Desearía tanto q el cielo tuviera un teléfono para poder escuchar tu voz. Pensé hoy en ti.... Todos los dias, en silencio, pienso en ti. Lo único q me queda son recuerdos, tus enseñanzas y tus fotos. Te llevo en mi corazón por siempre... Daría todo por abrazarte otra vez...aunque sea por un minuto... y decirte q te quiero, que te extraño......Pega esto en tu muro si tienes a alguien a quien amas en el cielo... Animo Andrea que te veo un poco depre,piensa en la familia tan guay que tienes y en la gente que te quiere.Besazos.